Hombre

Hombre, déjame explicar, explicar por ejemplo, tus ojos. Tus ojos, son oscuros como las noches bellas, y son claros como las estrellas brillantes. Hay una luz en tus ojitos, una luz inmensa que me lleva al cielo, una luz que nunca se apaga. Disculpe, pero mis palabras no pueden explicar.
Hombre, y tu cabello, ese cabello me da escalofríos. Que cabello tan maravilloso, como una tela hecha de oro. Que hilos tan suaves, como tocar una nube. Pues, no hay suficientes palabras.
Hombre, tu cara, ¡pero que cara tienes! Que cara tan hermosa, yo no puedo creer tu cara. Cuando te vi ese día inolvidable, me volví ciega para siempre. Ahora, solo tengo visión para tí. Perdóname otra vez, no puedo explicar.
Hombre, tu pecho, y que pecho. Cómo puedo decirte? La verdad es, ya no tengo ni quiero una almohada. Tu pecho es mi almohada, la almohada donde duermo y donde sueño. Y otra vez, no sé como explicar.
Hombre, te digo esto: tú eres el aire que respiro, mi paraguas en la lluvia, y el agua de mi desierto. Eres el gozo de mi vida, mi querido, mi corazón, mi mejor sueño, y mi mejor realidad.
Hombre, dime, cómo, pero cómo puedo decirte? No sé como empezar ni como terminar. Te tengo entre mis brazos y suavemente, te doy un beso en tus labios. Será que las palabritas que quiero decir son estas?
Te Amo.