Alrededor de 30 carros policiales se estacionaron en la intersección de Cullen y Elgin el día del debate republicano el pasado jueves mientras manifestantes inmigrantes y trabajadores de comida rápida se congregaron para unirse en voz unánime contra el odio.

La protesta fue dirigida directamente al magnate con ambiciones presidenciales Donald Trump. Entre gritos, tambores y pancartas la gente se amontonó en la esquina, mientras la presencia policial controlaba el ambiente en el área de los hechos.

Mariana Grijalva, estudiante de la Universidad de Houston-Downtown de origen mexicano quien participo en la protesta y quien tiene aspiraciones de convertirse en una congresista, dijo que a pesar de su dedicación y sus logros, se encuentra en un descontento con el sistema de inmigración ya que sus padres y su hermana son indocumentados.

“Mis aspiraciones son volverme una oficial de policía,” dijo Grijalva. “Ahora estoy en la oficina del sheriff del condado de Harris. Me gustaría ser una oficial de policía por unos años, trabajar para el FBI y posiblemente meterme al congreso.”

Los padres de Grijalva tienen alrededor de 26 años viviendo en los Estados Unidos y aún no han podido arreglar sus documentos. Grijalva, quien nació en los Estados Unidos, explicó que es difícil disfrutar de su ciudadanía mientras su familia es ilegal.

“Me rompe el corazón porque yo tengo mas libertad para hacer cosas que ellos, y yo quiero que ellos también hagan cosas diferentes como viajar y tener un seguro de vida. Ellos trabajan muy duro y yo también con mis estudios y es por eso que estoy aquí hoy, para sacar algo bueno de todo esto,” dijo Grijalva.

Al igual que Grijalva, varias organizaciones de diferentes etnias expresaron su descontento con el mensaje de Trump.

“Tenemos todo el derecho de estar aquí, no somos extranjeros en nuestra propia tierra,” comentó Willie Rodríguez, miembro de la organización Carnalismo Brown Berrets, quienes abogan por los derechos de los nativo americanos.

Dado el mensaje alienante del magnate a través de su campaña política, varias organizaciones étnicas se reunieron para dar un simple mensaje, “Alto al Odio”.

En las eleciones primarias de “supermartes”, Trump siguió con su victoria ganando siete estados: Alabama, Arkansas, Georgia, Massachussetts, Tennessee, Vermont y Virginia.

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